Sobre el negro se delata la tragedia, lo bello. Se revela porque con mucho misterio en la obra de Loreto Rodera, lo recorremos hasta encontrar unas líneas, un rojo, una mancha.... que nos recuerda nuestro miedo a acercarnos: la belleza da vértigo. Nos seduce, nos fascina y nos hace desear en ese reducto pictórico, lleno de fuerza que lucha como gritando contra lo inevitable, el dolor de la pérdida de lo bello.

La instalación "Réquiem", enlaza con esta pérdida, un manto con plumas tejido día a día, como Penélope pero sin esperar el regreso. Es un canto a la ausencia, un homenaje al que se ha ido. El consuelo es un lamento cálido que va tiñendo poco a poco todo de negro.

Y los recuerdos de los que se han ido, de lo que ha pasado, de todo lo que sucede en un instante, son una reflexión de Loreto, en los dibujos titulados "Historias mínimas". La esencia es lo que perdura, el ruido que nos rodea es efímero y perecedero. Como secuencias llenas de energía recorremos estas historias que nos van enganchando no sólo en conjunto, sino también una a una. Entendemos claramente y después de este gratificante viaje artístico lo que nos dice la autora: "Aquello que sucede en un suspiro, nos puede dejar una impronta que dura toda la vida".