Cuentan que el arte plástico subió las escaleras del patíbulo por su propio pie acompañado de un representante de los intermediarios, otro de la crítica y otro del sistema de museos. Dicen que su última voluntad fue ser ejecutado a cara descubierta. Sentado en la silla fatal miraba a todos sin demasiado desprecio. Varios especuladores se turnaron para girar el garrote y el arte pasó a tener una tez cárdena y desfigurada, mostrando una mueca digna de ser representada en un cuadro al óleo.

Dicen también que la música sucumbió al MP3, que el cine fue víctima del píxel, que el libro murió a manos del PDF y que al teatro lo asesinó la clase media en una mañana soleada y en plena calle, sin que nadie se dignara siquiera a llamar al teléfono de urgencias.

Todo eso cuentan, pero hay realidades más profundas que las meras habladurías. Las habladurías vienen a ser como los jugadores de fútbol: entrenan, juegan y el resto del tiempo están en la peluquería.

Ahora viene el grafeno con la escopeta al hombro y promete hacer blanco en un futuro muy próximo en el corazón mismo de la industria audiovisual. El grafeno es, en realidad, grafito (mina de lápiz) pero con un sólo átomo de grosor, lo que le convierte en un material bidimensional. Curiosa venganza de las dos dimensiones en la era del 3D.

El grafeno es el material más duro y resistente del mundo, el que mejor conduce la electricidad y los datos a temperatura ambiente, y el más delgado y ligero. Sus aplicaciones son innumerables y van tanto desde la industria audiovisual a la medicina, pasando por su utilidad en la mejora de los combustibles o por la fabricación de chalecos antibalas impenetrables.

Aún no se ven sustos en los cines, ni huidas al grito de ¡Que viene el grafeno!. No hay razón para ello, la llegada de este material tan sólo profundizará en los cambios ya iniciados en los procesos de producción y distribución, y en los hábitos de los consumidores del material audiovisual. En cualquier caso, eso sí, los hará definitivamente irreversibles a ambos.

En septiembre de 2012 salía a la luz que los investigadores del Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), Frank Koppens y Gerasimos Konstantatos, desarrollaron un dispositivo electrónico flexible y ultrasensible a la luz que permitirá tener cámaras dotadas de visión nocturna que podrán hacer buenas fotos y filmar buenos vídeos incluso sin luz. En octubre del mismo año se publicaba que un grupo de investigadores, encabezados por el investigador de la Universidad de Mánchester y ganador del Premio Nobel por su estudio del grafeno Kostya Novoselov, habían publicado un estudio donde estimaban que el papel electrónico enrollable podría estar disponible en 2015, y avanzaban los prototipos de las primeras pantallas táctiles ultraligeras.

Así las cosas, el propio Novoselov, augura que el teléfono móvil pasará a llamarse dispositivo personal de comunicaciones, y podría ser una especie de lámina de plástico transparente, flexible y desplegable, de forma que podamos, a voluntad, llevarla en el bolsillo o desplegarla varias veces hasta que tenga el tamaño estándar de la pantalla de un ordenador. Cada usuario elegirá si quiere utilizar su dispositivo para habar por teléfono, para ver una película, para trabajar o para compartir documentos con sus contactos.

Los amigos de las tres dimensiones verán favorecida su captura, algo que tendrá utilidad en los procesos de animación. La Delft University of Technology (Holanda) y la empresa belga 3DDynamics pondrán a punto el procesado de imágenes para generar, respectivamente, modelos de escáneres bidimensionales para lienzos, frescos y similares, y modelos tridimensionales para objetos con volumen. La empresa asturiana Treelogic lidera un proyecto europeo del Séptimo Programa Marco de la UE para desarrollar un sistema que permitirá visualizar los bocetos previos y otras imágenes ocultas bajo los lienzos. También se podrá aplicar en otros soportes de pintura, así como para ver el contenido de vasijas y otros objetos tridimensionales cerrados. Estos escáneres utilizan emisores y receptores de banda de terahercios, una frecuencia que no daña las obras. Los emisores y receptores de la señal son de grafeno.

Cuentan que el grafeno disparó su primera bala hace pocas fechas. Se ruega que nadie encargue todavía su chaleco de grafeno, la bala podría estar compuesta por este mismo material. Seguiremos informando.

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Una artículo de Moreno Bros.