Se representa en Madrid en las Naves del Español la pieza teatral Dalí versus Picasso del dramaturgo melillense Fernando Arrabal (Melilla, 1932). En la tensa atmósfera de este drama interpretado por Antonio Valero (Picasso) y Roger Coma (Dalí) se recrea el encuentro de los dos genios discutiendo sus dos obras emblemáticas sobre la Guerra Civil (Premonición y Guernica) en vísperas de la inauguración de la Exposición Internacional de París de 1937, cuando España ardía ya por el odio y la metralla. En este espejismo alucinante los protagonistas se atacan y defienden, y el análisis crítico a que someten a sus respectivas obras no puede terminar sino en una apoteosis sacrificial, liberadora, catártica, arrabalesca, en la que uno de ellos oficia de sacerdote del otro. La visión que cada uno de los protagonistas tiene de la obra del otro ofrece todo un prisma de interpretaciones que Arrabal va diseccionando en un juego de máscaras fascinante. Acompañan a los actores las Voces en off de Gala Dalí (interpretada por Irina Kouberskaya) y Dora Maar (interpretada por Julieta Cardinali).

Con esta excusa apareció Fernando Arrabal en el plató de "En el aire" el programa que dirige Andreu Buenafuente. Era casi la una de la madrugada. Pero Arrabal no necesita excusas, ni apretar el culo para suplicar que el público visite el teatro para ver su obra, ni mirar a la cámara seduciendo para aprovechar la promoción. Arrabal se dedicó a dar titulares jugosos, mientras el público reía el desconcierto (no se sabe si enterándose de algo), y Buenafuente interpretaba perfecto el papel de clown. Buenafuente sabe que no se le pueden poner riendas a la anarquía.

El dramaturgo dijo que "hoy hay miles de genios, pero están en las catacumbas". No lo dijo con pesar. A su juicio "para los escritores es muy bueno no ser importantes porque eso les libera". Y añadió, "en la lista de la revista Times sobre las personas más influyentes del mundo no se ponen escritores porque no sería creíble para los lectores". Para él es mejor que aparezca Lady Gaga o Bill Clinton, "lo cual es como un premio a la felación".

Su baja estatura apenas se elevaba sobre unas enormes piezas de ajedrez que el equipo de "En el aire" había preparado para realizar una partida simulada entre Arrabal y Buenafuente. "Conocí a Picasso sólo al final cuando ya estaba muy cascado". Sobre Dalí alabó su inteligencia científica y la influencia que Gala ejerció sobre él. "Dalí era un paleto que llegó a París y Gala lo convirtió en Dalí". Resaltó los últimos años de la vida de Dalí, cuando se gastó los dineros - "tenía mucho pero menos que Picasso porque no era tan genio" - en debatir con los mejores premios Nobel para buscar las razones del azar. Y añadió, "yo hubiera preferido buscar las razones de la confusión".